Pakistán denunció un ataque con misiles indios contra tres bases aéreas y respondió con una operación militar a gran escala en varias ciudades del país vecino. Ambos países nucleares se acusan mutuamente en medio de una escalada sin precedentes.

La tensión entre India y Pakistán, dos potencias nucleares con un largo historial de enfrentamientos, alcanzó un nuevo nivel. Las autoridades militares pakistaníes acusaron a India de lanzar misiles contra tres bases aéreas ubicadas en distintas regiones del país, incluidos puntos estratégicos cercanos a la capital, Islamabad.

El portavoz del ejército pakistaní, Ahmed Sharif Chaudhry, detalló que los ataques indios apuntaron a las bases de Nur Khan, Murid y Shorkot, y aseguró que las defensas aéreas interceptaron con éxito los misiles lanzados contra la base aérea de Rafiqui, en Shorkot. En respuesta, Pakistán lanzó la operación militar “Bunyan ul Marsoos”, un despliegue a gran escala que incluye ataques a múltiples objetivos estratégicos en territorio indio.

Entre las zonas afectadas se encuentran las ciudades de Jammu, Amritsar, Pathankot, Jalandhar e incluso Nueva Delhi, según información oficial del ejército pakistaní. Uno de los blancos fue un sitio de almacenamiento de misiles BrahMos en la zona de Bias. “Se están atacando múltiples objetivos en esta operación en toda la India”, afirmó un comunicado militar.

El Gobierno pakistaní confirmó la agresión a través de su cuenta oficial en la red social X, donde denunció que India disparó contra “bases militares clave” y aseguró que sus fuerzas armadas “frustraron los ataques enemigos de manera oportuna”. El país también ordenó el cierre total de su espacio aéreo para vuelos civiles desde las 3:15 de la madrugada hasta el mediodía del sábado, como medida de seguridad.

El conflicto se agrava en medio de enfrentamientos recientes en la región de Cachemira, donde se han registrado múltiples víctimas civiles. La noche anterior, soldados de ambos países intercambiaron fuego en la Línea de Control, lo que dejó al menos cinco civiles muertos del lado pakistaní y 18 víctimas en la Cachemira india.

La situación ha escalado desde el pasado 22 de abril, cuando un ataque contra turistas en Cachemira india causó 26 muertes. Nueva Delhi acusó a Islamabad de estar detrás del atentado, mientras que Pakistán rechazó las acusaciones. En represalia, India llevó a cabo bombardeos aéreos en territorio pakistaní que, según Islamabad, dejaron un saldo de 31 civiles muertos.

En medio de este clima bélico, también se han reportado enfrentamientos con drones, evacuaciones masivas en zonas fronterizas y la suspensión de eventos deportivos en ambos países. La Liga India de Críquet pospuso su torneo estrella por una semana, mientras que Pakistán trasladó su competencia nacional a los Emiratos Árabes Unidos.

A nivel internacional, líderes y organismos piden contención. El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, declaró que su país no intervendrá, calificando el conflicto como un asunto fuera de los intereses estadounidenses.

El mundo observa con preocupación este nuevo episodio de confrontación entre India y Pakistán, dos países con capacidades nucleares que se acusan mutuamente de provocaciones, mientras millones de personas en ambos lados de la frontera viven bajo la amenaza de un conflicto mayor.