El candidato a la presidencia del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz, reiteró desde El Alto su llamado a un cambio en la política boliviana, dejando atrás lo que calificó como “las chicanerías del pasado” y promoviendo nuevos referentes. En un encendido discurso, Paz advirtió que no permitirá que las élites le “roben al pueblo de Bolivia el voto y la decisión popular”.

El candidato se proclamó como la “primera fuerza” tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados y exigió las presidencias de ambas cámaras como un derecho innegociable obtenido en las urnas. Este planteamiento surge en medio del debate sobre quién debe presidir las cámaras, donde un sector considera que corresponde al partido con la primera mayoría, mientras otro se apegó al reglamento para argumentar la decisión por bloque.

Durante su intervención, Paz responsabilizó a las gestiones anteriores por dejar al país en una situación de humillación internacional, mencionando que “hasta los chilenos se hacen la burla de nosotros” y criticando la ausencia de presidentes vecinos en la conmemoración del bicentenario.

Asimismo, el candidato cuestionó el modelo económico y político heredado, que según él favorece a unos pocos. Su propuesta de “capitalismo para todos” busca revertir lo que denominó un “estado tranca” y devolver oportunidades a las grandes mayorías.