La detención del brasileño Marcos Roberto de Almeida, alias “Tuta”, líder del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC), ha desencadenado una ola de preocupación por posibles represalias contra autoridades bolivianas. Entre los amenazados se encuentra Alpacino Mojica, director del Servicio General de Identificación Personal (Segip), quien ha recibido amenazas de muerte junto a otros funcionarios, según denunció su familia.

Paolo Mojica, hermano del director del Segip, hizo pública la preocupación familiar y exigió al Gobierno nacional garantías inmediatas para proteger la vida de su hermano. Indicó que las amenazas provienen de llamadas telefónicas, tras la captura de un individuo con vínculos directos con mandos policiales.

“El detenido llegó con una autoridad pesada en Santa Cruz, fue subcomandante de la Felcv y actualmente era jefe de inteligencia de esa misma unidad”, explicó Paolo Mojica, señalando una posible red de protección dentro de la Policía Boliviana.

En ese marco, instó a una acción firme del Estado para garantizar la seguridad de los funcionarios expuestos: “Pedimos, exigimos al Gobierno nacional que ponga una contrainteligencia y que le ponga inteligencia a la misma Policía. Porque la Policía es la que investiga”.

Las autoridades no se han pronunciado oficialmente sobre las amenazas ni sobre las medidas de seguridad solicitadas.