Bilbao será escenario de una final decisiva para dos gigantes ingleses en crisis. Este miércoles, Manchester United y Tottenham se enfrentan en San Mamés, por el título de la Europa League, pero el premio va mucho más allá del trofeo: el campeón obtendrá un pase directo a la próxima edición de la Liga de Campeones de Europa.

Ni los ‘Diablos Rojos’ ni los ‘Spurs’ lograron clasificarse a la Champions mediante la Premier League, por lo que esta final representa su única vía para seguir en la élite del fútbol continental. El ganador se convertirá en el sexto representante inglés en la máxima competición europea junto a Arsenal, Manchester City, Liverpool, Aston Villa y Chelsea.

Ambos clubes llegan tras vivir una de las peores temporadas de su historia. El Manchester United, ahora dirigido por el portugués Ruben Amorim, ocupa el puesto 16º en la liga inglesa, con 18 derrotas en 37 partidos, su campaña más negativa desde el descenso de 1974. Peor aún es el presente del Tottenham de Ange Postecoglou, que está 17º con 21 derrotas, récord histórico del club desde su retorno a la Premier en 1978.

En las últimas semanas, los resultados han sido desalentadores para ambos. El United suma ocho partidos consecutivos sin ganar y viene de caer ante el Chelsea, mientras que Tottenham perdió cinco de sus últimos seis partidos, el último frente al Aston Villa.

A pesar de los malos momentos, ambos buscan redención. Tottenham no gana un título europeo desde 1984 y su última final continental fue en 2019, cuando cayó ante Liverpool en la Champions. El United, aunque ha sufrido un declive sostenido desde la salida de Alex Ferguson en 2013, al menos sumó la FA Cup y la Copa de la Liga recientemente bajo la conducción de Erik ten Hag.

Un premio millonario en juego Más allá del prestigio y el boleto a la Champions, la final también ofrece un “jackpot” cercano a los 100 millones de euros, suma que aliviaría las finanzas del club ganador tras una temporada de frustraciones.

El United llega invicto en la Europa League tras eliminar a Real Sociedad, Lyon y Athletic Club. Sus cartas principales son Bruno Fernandes, Alejandro Garnacho y Casemiro, mientras que esta semana recuperaron a jugadores clave como Joshua Zirkzee, Diogo Dalot y Leny Yoro.

Tottenham, por su parte, ha vencido al United en los tres enfrentamientos de esta temporada, aunque llega diezmado por las bajas de James Maddison, Lucas Bergvall y Dejan Kulusevski. La buena noticia para los ‘Spurs’ es el regreso del atacante surcoreano Son Heung-min.

Todo o nada en san mamés “Cada partido tiene su historia, pero para los dos es un todo o nada. Estamos en posiciones similares, también los entrenadores. Los dos estamos en problemas”, reconoció Ruben Amorim, que jugará su primera final europea al frente del United.

Con más que orgullo en juego, Manchester United y Tottenham buscarán cerrar una temporada gris con una alegría y el ansiado boleto a la Champions en uno de los templos del fútbol europeo.