El partido entre el Real Madrid y el Red Bull Salzburgo corre serio riesgo de verse interrumpido por tormentas eléctricas, luego de una jornada sofocante en Filadelfia que rozó los 40 grados. Las condiciones climáticas comenzaron a deteriorarse el miércoles con un primer episodio de lluvia y descargas eléctricas, y se prevé que la situación empeore durante la tarde del jueves.

Estados Unidos aplica un estricto protocolo de seguridad ante tormentas: si se detecta actividad eléctrica en un radio de 8 millas (13 kilómetros) del estadio, el encuentro se suspende de inmediato. El público debe evacuar las gradas, los jugadores regresan a los vestuarios y se inicia un conteo de 30 minutos sin rayos ni truenos para reanudar el juego. Cada nueva descarga reinicia ese reloj.

Hasta el momento, seis partidos del Mundial de Clubes ya han sufrido interrupciones por mal clima, y todo indica que este enfrentamiento no será la excepción. Aunque no se han aplazado encuentros más allá de pausas temporales, los antecedentes obligan a los organizadores a estar en alerta. Incluso se recuerda un clásico entre Real Madrid y Barcelona disputado años atrás en EE.UU., que debió retrasarse varias horas por tormentas similares.

Con temperaturas en descenso y tormentas al acecho en gran parte del país, los equipos están preparados para posibles interrupciones, lo que pone un signo de interrogación sobre el desarrollo normal del partido.