El 6 de junio de 2025, Rusia ejecutó un ataque masivo con más de 400 drones y más de 40 misiles dirigidos hacia diversas ciudades de Ucrania en represalia por la reciente “Operación Telaraña” ucraniana. El bombardeo, que impactó especialmente en Kyiv, también afectó zonas de Lutsk, Ternópil, Leópolis, Sumy, Poltava y otras regiones.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, informó que al menos tres rescatistas del Servicio Estatal de Emergencias murieron durante el ataque y 49 personas resultaron heridas, cifra que podría aumentar. Las defensas antiaéreas lograron interceptar muchos drones y misiles, aunque varios consiguieron impactar infraestructuras civiles, provocando incendios, daños en redes ferroviarias y cortes de energía.

La ofensiva rusa respondió directamente a la “Operación Telaraña”, iniciada por Ucrania el 1 de junio, en la que se atacaron con drones FPV aeródromos rusos y se destruyeron cerca de 41 aviones estratégicos.

Zelenski calificó los ataques como “terrorismo” y solicitó a Estados Unidos y Europa una mayor presión sobre Moscú como respuesta a lo sucedido.