El Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando confirmó un refuerzo significativo de personal militar en la frontera con Perú ante el aumento de ataques de grupos contrabandistas. La medida busca contener la violencia y asegurar el control en zonas donde se registra un incremento de actividades ilícitas.

Aproximadamente 400 efectivos del Comando Estratégico Operacional (CEO), conformado por la Primera Brigada Aérea, el Cuarto Distrito Naval y la División Mecanizada, fueron desplegados para apoyar los operativos de interdicción. Su presencia pretende frenar el flujo ilegal de productos y alimentos que ingresan y salen del país mediante rutas clandestinas.

El patrullaje se concentrará en los corredores Desaguadero, Guaqui, Tambillo y Laja, áreas identificadas como focos de contrabando debido a la facilidad para evadir controles. La decisión responde a reiteradas emboscadas sufridas por el CEO, cuyos efectivos fueron atacados por grupos que buscan recuperar mercancía decomisada y evitar los puntos de inspección.

La tensión aumentó tras la muerte de un subteniente del Ejército en la zona de Lloko Lloko, carretera a Desaguadero, convirtiéndose en el fallecido número 19 en esta lucha desde 2018. Las autoridades también reportaron que, en lo que va del año, ya se han registrado 15 emboscadas violentas contra el personal militar.

El presidente Rodrigo Paz Pereira lamentó el deceso del teniente Deivid Mamani López y afirmó que las Fuerzas Armadas no deberían enfrentar estas pérdidas, pero señaló que el contrabando tampoco puede seguir afectando la economía nacional. Por ello, anunció que los operativos se intensificarán, considerando que el ilícito opera con estructuras organizadas y el apoyo de ciertas comunidades.