Víctor Mamani Limachi, una de las cinco víctimas fatales de la tragedia en el campamento minero Hijos de Ingenio, en el municipio paceño de Sorata, envió audios a su familia poco antes de morir. En sus mensajes describía el miedo y la violencia que vivían en ese momento.

“Nos están rodeando los mineros, estamos un poquito en peligro... nos están sacudiendo grave con dinamitas”, se escucha decir al hombre, quien trabajaba como cocinero en el lugar. Pese a los estallidos, su voz se mantenía serena, aunque advertía sobre un enfrentamiento entre cooperativas mineras.

El ataque, según las denuncias, fue protagonizado por integrantes de la Cooperativa Señor de Mayo contra la Cooperativa Hijos de Ingenio. La Federación de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz (Fecoman) informó que los agresores utilizaron dinamitas y armas de fuego. La magnitud del estallido fue tal que destruyó viviendas, volcó vehículos pesados y causó cinco muertes.

“A ver qué es lo que pasa, porque no se está calmando... si no hay caso, nos vamos a refugiar al monte”, dice Mamani en otro de los audios.

Víctor Mamani tenía 55 años. No era minero, solo buscaba trabajo como cocinero. Su familia ahora exige justicia y que los responsables reciban la máxima sanción.