El futbolista boliviano fue liberado por la justicia brasileña y cuenta con el respaldo de su club y la FBF; las investigaciones continúan

Miguel Ángel Terceros, integrante de la selección nacional y del club América MG, fue liberado por las autoridades judiciales de Brasil luego de prestar su declaración en una comisaría de Ponta Grossa, estado de Paraná, por una denuncia de supuesto racismo durante un partido oficial.

Según reportó el medio deportivo Itatiaia Esporte, Terceros, conocido como "Miguelito", negó categóricamente haber proferido insultos racistas durante el encuentro disputado entre América MG y Operário. La denuncia surgió luego de que el jugador Allano, del equipo rival, asegurara haber sido llamado “negro cobarde”, versión que fue respaldada por el capitán del Operário, Jacy.

El informe arbitral del encuentro no registró ningún tipo de agresión verbal de índole racial por parte de Terceros, y tanto el juez principal como sus asistentes indicaron que no escucharon la frase denunciada. No obstante, varios jugadores del club Operário presentaron una denuncia formal ante la policía.

En respuesta a lo sucedido, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) expresó su respaldo al jugador, al igual que el club América MG. A través de un comunicado firmado por el presidente del Consejo, Alencar da Silveira Jr., la institución aseguró que, tras una investigación interna, “no se identificó ninguna actitud, gesto o declaración por parte del jugador que pudiera interpretarse como discriminatoria”.

“América FC, fiel a su historia centenaria, expresa su total solidaridad con el deportista Miguel Ángel Terceros Acuña ante las infundadas acusaciones. Miguel ha demostrado siempre una conducta ética y respeto dentro y fuera del campo”, afirmó el club brasileño de segunda división.

Por su parte, Carlos Pino, coordinador de selecciones de Bolivia, confirmó que la dirigencia recibió información sobre la liberación del jugador, aunque aclaró que el proceso judicial sigue en curso. En Brasil, los delitos por racismo están penados con hasta cinco años de prisión.

Mientras tanto, el futbolista podrá continuar sus actividades deportivas bajo el acompañamiento legal de su defensa y el respaldo institucional de su equipo.