Los restos de Silvia Andrade, una mujer de 38 años víctima de feminicidio en Mizque, Cochabamba, fueron reclamados este lunes por su familia en instalaciones del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF). Los familiares exigen que la investigación se amplíe a la expareja del principal acusado, ya que consideran que ella tenía conocimiento del crimen y demoró varios días en denunciarlo.

Silvia convivía con el presunto autor desde hace más de un año y medio. Según el informe preliminar, el hecho ocurrió el 31 de marzo, luego de una discusión entre ambos. El hombre, de 48 años, aseguró que la empujó y que ella murió al golpearse la nuca. En lugar de reportar lo ocurrido, decidió enterrar el cuerpo a 50 metros de su vivienda.

Días más tarde, confesó el crimen a su expareja y le pidió ayuda. Ella, temiendo ser implicada, esperó hasta el 6 de abril para denunciar el caso ante las autoridades.

Los familiares relatan que Silvia sufría violencia constante por parte de su pareja y que hace dos meses habían perdido contacto con ella. La mujer se había mudado a una comunidad alejada y había cortado su línea telefónica. La familia aún espera los resultados de la autopsia para conocer las causas exactas de su muerte.

En las próximas horas llegará a Bolivia el hijo mayor de la víctima, de 21 años, quien se encontraba trabajando en Chile.