El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, ha manifestado su profunda preocupación y escepticismo ante la explicación dada por el gobierno de Israel sobre el reciente ataque a la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza. En una entrevista con la televisión pública italiana, Parolin indicó que el suceso, que dejó tres muertos y varios heridos, no puede darse por cerrado sin una investigación transparente y exhaustiva.

El incidente ocurrió durante una ofensiva del ejército israelí el pasado jueves, la cual afectó directamente al templo católico, hiriendo de gravedad al párroco Gabriel Romanelli. Aunque el primer ministro Benjamin Netanyahu se comunicó con el Papa Francisco para calificar el hecho de “accidente”, Parolin considera que aún hay dudas legítimas sobre si fue un error o un ataque deliberado.

"Los cristianos en Tierra Santa representan un puente para el diálogo", afirmó Parolin, subrayando que dañar sus lugares de culto puede ser interpretado como un intento de suprimir cualquier posibilidad de tregua o paz. Por ello, insistió en que la investigación debe tener rigor y sus resultados deben hacerse públicos para recuperar la confianza y el respeto por los derechos religiosos.

El contexto se agrava con el aumento de ataques por parte de colonos israelíes contra iglesias cristianas en Cisjordania. Incluso el embajador de EE. UU. en Israel, Mike Huckabee, advirtió que cualquier atentado contra lugares de culto “es un acto de terrorismo y debe tener consecuencias”. La violencia en la región ha alcanzado niveles alarmantes, según denuncian diversas organizaciones humanitarias.

El Vaticano hace un llamado urgente al respeto del derecho internacional humanitario y la protección de los lugares sagrados. “No es momento solo de palabras”, dijo Parolin, “sino de acciones concretas para garantizar que estos hechos no queden impunes y no se repitan”.