El desacuerdo sobre el precio de la propiedad construida en 2012 ha generado nuevas tensiones entre la expareja

Lo que parecía ser un año de tregua entre Shakira y Gerard Piqué ha dado un giro inesperado. A pesar de que en los primeros meses de 2025 se hablaba de una relación más cordial entre la expareja, recientes disputas han vuelto a tensar su relación. Esta vez, la causa del conflicto es la venta de la mansión que ambos compartieron en Esplugas de Llobregat, Barcelona.

La lujosa propiedad, adquirida en 2012, fue testigo de los años en que la cantante colombiana decidió establecerse en España para priorizar su relación con Piqué. Sin embargo, tras su mediática separación en 2022, la casa ha quedado en el centro de una nueva disputa.

Posturas encontradas sobre la venta de la mansión

Según el periodista Jordi Martín, quien ha seguido de cerca la historia de la expareja, el desacuerdo radica en el precio y la urgencia por vender. Mientras Shakira exige un valor de 12 millones de euros y no está dispuesta a ceder en la cifra, Piqué busca concretar la venta de inmediato, incluso aceptando una oferta menor.

“Piqué lo que tiene es mucha prisa. Quiere construirse una casa a las afueras de Barcelona con Clara Chía y está presionando para vender rápido”, afirmó Martín en su canal de YouTube. El periodista sugiere que el exfutbolista atraviesa dificultades financieras y necesita liquidez, lo que explicaría su insistencia en vender cuanto antes.

Por otro lado, la colombiana, quien actualmente reside en Miami junto a sus hijos Milan y Sasha, no tiene prisa por deshacerse del inmueble, pero se niega a venderlo por menos del precio que considera justo. “Shakira no quiere regalar ni un euro”, sostuvo Martín, dejando en claro que la artista no está dispuesta a ceder ante la presión de su expareja.

Un problema legal en la venta

A este conflicto económico se suma un posible obstáculo legal. La propiedad no está directamente a nombre de Shakira ni de Piqué, sino que fue adquirida a través de una sociedad llamada Tuamotu, gestionada por el padre del exfutbolista. De acuerdo con el periodista, esto podría complicar la venta y, en caso de que Shakira no figure como socia, le impediría tener control directo sobre la operación.

En medio de este nuevo enfrentamiento, la posibilidad de una batalla legal para determinar el destino de la mansión no está descartada. De no llegar a un acuerdo, un juicio podría ser la única vía para resolver el conflicto, lo que agravaría aún más las tensiones entre la expareja.

Una relación marcada por disputas

Este no es el primer desacuerdo entre Shakira y Piqué desde su separación. En los últimos meses, la colombiana y el exjugador del FC Barcelona ya habían protagonizado diferencias respecto a la custodia de sus hijos. Piqué habría propuesto quedarse en Miami con Milan y Sasha mientras la artista realizaba su gira, pero Shakira rechazó la idea y decidió llevarlos consigo en sus presentaciones por el continente.

Así, la relación entre ambos sigue marcada por los conflictos y, ahora, la mansión que alguna vez fue el hogar de su familia se convierte en el nuevo punto de tensión entre Shakira y Gerard Piqué.