Al menos 31 palestinos perdieron la vida durante la noche en la Franja de Gaza tras nuevos ataques aéreos israelíes, informaron hospitales locales. Las ofensivas se producen en un contexto alarmante, donde agencias de Naciones Unidas alertan sobre una grave crisis de combustible que pone en peligro la operación de hospitales, ambulancias y servicios vitales como agua, saneamiento y telecomunicaciones.

Los ataques afectaron zonas del norte, centro y sur del enclave. El Hospital Nasser en Khan Younis reportó 12 fallecidos, incluidos civiles que se encontraban en un punto de distribución de ayuda. En tanto, el Hospital Shifa recibió 12 cuerpos, entre ellos tres niños y dos mujeres.

El Hospital Al-Awda contabilizó siete muertes en el campamento de refugiados de Nuseirat. Aunque el ejército israelí afirma que sus ataques se dirigen contra objetivos terroristas, las víctimas civiles siguen en aumento, elevando la cifra total de muertos desde el inicio del conflicto a más de 58.000, según el Ministerio de Salud de Gaza.

En paralelo, ocho agencias de la ONU emitieron un comunicado conjunto en el que exigen la entrada constante de combustible a Gaza. Señalan que la última entrega, de apenas 150.000 litros tras 130 días sin suministro, no alcanza para cubrir las necesidades básicas.

Advirtieron que sin una solución inmediata, hospitales colapsarán, panaderías cerrarán y aumentará el riesgo de hambruna en el enclave, donde el 90% de la población ya ha sido desplazada por la guerra.