Ingenieras biomédicas crean innovaciones tecnológicas para niños con autismo y adultos mayores
Dos jóvenes cochabambinas están marcando un precedente en la ciencia boliviana con proyectos que combinan tecnología e inclusión social. Blanca Camila Garnica Pereicon, de 23 años, y Katerin Deysi Vásquez Benito, de 26, ambas ingenieras biomédicas, desarrollaron innovaciones reconocidas internacionalmente por su impacto en la salud y la educación: Zumi y Qhali.
Zumi, creada por Garnica, es un robot con forma de conejo de peluche que integra inteligencia artificial, visión por computadora y robótica educativa. Fue diseñado para apoyar la terapia de comunicación de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) entre los 6 y 8 años. Su objetivo es fortalecer la interacción verbal y no verbal mediante juegos adaptados a las necesidades de cada niño.
“El robot tiene sensores de movimiento, cámara, micrófono y motores que mueven las orejas, lo que hace que sea interactivo y atractivo para los niños. Más que una herramienta, se convierte en un amigo que los ayuda a comunicarse mejor”, explicó Garnica.
El prototipo fue probado en un centro educativo con cuatro niños diagnosticados con TEA, logrando avances significativos en tres de ellos. La joven ingeniera espera que Zumi se implemente en escuelas y gabinetes psicológicos del país.
Por su parte, Qhali, diseñado por Vásquez, busca mejorar la fisioterapia de adultos mayores a través de módulos interactivos y el uso de inteligencia artificial. Su nombre significa “salud” en quechua.
El sistema cuenta con cuatro estaciones: una pedalera conectada a un videojuego, botones que trabajan la memoria y la coordinación, y sensores que analizan la marcha y los movimientos del paciente. “Queremos que los adultos mayores se sientan motivados y disfruten del proceso de rehabilitación, que no sea algo rutinario, sino divertido”, indicó Vásquez.
Qhali fue validado en un centro de fisioterapia de Cochabamba, mostrando resultados positivos en la movilidad y el estado de ánimo de los usuarios. Vásquez planea ampliar las funciones del sistema y seguir innovando en tecnologías de salud inclusivas.
Ambos proyectos fueron premiados en los Premios Kamay 2025, destacando la creatividad y compromiso de estas jóvenes científicas que apuestan por un futuro más accesible y humano desde la ingeniería biomédica.
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