La renovación de Nico Williams con el Athletic Club hasta 2025 cayó como un balde de agua fría en el entorno del FC Barcelona. Sin embargo, aunque no hubo una declaración institucional oficial, el club y su entorno sí respondieron con gestos simbólicos y mensajes indirectos a través de redes sociales.

Minutos después del anuncio oficial del club vasco, la cuenta del Barça en catalán publicó una imagen de maniquíes con la nueva camiseta acompañada de la frase "Blaugranes són els colors", en clara alusión al orgullo por los propios colores. Más tarde, reforzaron el mensaje con otra publicación que decía: "El Barça és la nostra vida", junto al escudo del club, en un tono reivindicativo que apeló al sentimiento culé por encima de cualquier fichaje.

Entre los jugadores, Dani Olmo fue uno de los primeros en pronunciarse. Subió a sus redes una imagen tocando el escudo del Barça junto a corazones azulgrana, gesto que fue interpretado como un acto de fidelidad y compromiso. Olmo, quien también vivió una situación complicada con su inscripción el verano pasado, recordó en días recientes que en su caso optó por esperar y confiar en el club: “Todo se soluciona”, había declarado.

Marc Bernal, quien fue consultado por la prensa durante una actividad en Berga, evitó entrar en polémicas: “Nico es un gran jugador, pero eso no me incumbe. Me enfoco en mis compañeros y le doy la enhorabuena por su renovación”, respondió con diplomacia.

Más duros fueron algunos exdirectivos del club. Toni Freixa lamentó que el Barça haya expuesto tanto el proceso de negociación y criticó el perfil del jugador: “Ni futbolística ni personalmente era el fichaje que necesitábamos. El objetivo debe ser otro”. En tanto, Alfons Godall, exvicepresidente, fue tajante: “Mejor que no haya venido. Quien tenga dudas, que no venga. Primero, el Barça”.

Joan Laporta, por su parte, evitó a la prensa al salir de las oficinas del club. Aun así, en el entorno azulgrana la sensación es clara: aunque la operación con Nico no prosperó, el orgullo por los colores sigue intacto, y el Barça apuesta por jugadores verdaderamente comprometidos con el proyecto.