Durante su intervención en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), la canciller de Bolivia, Celinda Sosa, expresó su preocupación por las tensiones políticas y hechos de violencia que podrían poner en riesgo las elecciones generales previstas para el 17 de agosto. Ante este panorama, solicitó oficialmente una misión de observación electoral al organismo internacional.

En su discurso, Sosa hizo alusión a los bloqueos de caminos organizados por sectores afines al expresidente Evo Morales, que exigen su habilitación como candidato pese a no contar con partido político inscrito. Mencionó que estas protestas derivaron en enfrentamientos violentos, con saldo de al menos cuatro policías y dos civiles fallecidos en Llallagua y Cochabamba.

Frente a estos hechos, el Gobierno de Luis Arce presentó una denuncia penal contra Morales, acusándolo de múltiples delitos, entre ellos terrorismo e instigación pública a delinquir. Sosa advirtió que esta situación vulnera la estabilidad institucional del país y el derecho del pueblo a ejercer su voto de forma libre y soberana.

La canciller reafirmó el compromiso del Gobierno con el calendario electoral y la democracia. “Queremos elecciones libres, pacíficas y dentro de los plazos establecidos”, afirmó, haciendo un llamado a la comunidad internacional para evitar escenarios como el de 2019, cuando las elecciones fueron anuladas tras denuncias de fraude.

Sosa concluyó que la presencia de la OEA será determinante para garantizar la transparencia del proceso electoral y el respeto a la voluntad popular. El pedido de observación ya fue formalizado y se espera respuesta del organismo en los próximos días.