Bolivia escribió su nombre en la historia del fútbol aficionado al consagrarse como el primer campeón del Mundialito Leonés de la Integración.

El equipo organizado por inmegrantes se impuso en una intensa final por 5-3 a Brasil, en un duelo que mantuvo en vilo a los 500 aficionados presentes en el campo de fútbol 11 del CHF.

Ambas selecciones, que ya habían ofrecido un empate a cuatro goles en la fase de grupos, llegaban a la gran final como las más regulares del certamen. Y no defraudaron. Desde el inicio, el encuentro fue parejo en lo futbolístico, aunque Bolivia supo capitalizar mejor sus ocasiones frente al arco rival. Al descanso, los bolivianos ya dominaban 3-1 el marcador.

En el complemento, Brasil buscó la remontada y logró acercarse 3-2, pero Bolivia respondió con un nuevo gol que estiraba la diferencia. Aunque los brasileños volvieron a descontar, el conjunto boliviano sentenció el partido con un quinto tanto que aseguraba el título.

La organización ya trabaja en una segunda edición prevista para 2026, con la intención de ampliar el número de selecciones participantes, que podría oscilar entre 16 y 18 equipos, debido al creciente interés por formar parte del evento.

Bolivia, campeón inaugural, se lleva no solo el trofeo, sino también el reconocimiento por su entrega, efectividad y una actuación que quedará en la memoria del certamen.