A tan solo dos días del esperado clásico paceño por la Copa Bolivia, The Strongest enfrenta una crisis interna que podría poner en riesgo su preparación.

El primer plantel decidió entrar en paro como medida de presión hacia la dirigencia, exigiendo el pago de sueldos atrasados. Según confirmó el presidente Daniel Terrazas, las deudas varían entre dos y cuatro meses para distintos jugadores, siendo Luciano Ursino uno de los más afectados.

La directiva pidió una semana de plazo para regularizar los pagos, pero dejó en manos de los futbolistas la decisión de reanudar los entrenamientos.

Mientras tanto, los jugadores se mantienen firmes en su postura y ya se presentaron en su lugar de trabajo sin entrenar, a la espera de una solución.

Esta situación genera incertidumbre no solo en el Tigre, actual líder del torneo todos contra todos con 43 puntos, sino también en la organización del clásico frente a Bolívar.

Terrazas reconoció además que parte de las deudas corresponden a gestiones pasadas y que su administración intenta afrontar una herencia económica complicada.