El Mundial 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, quedó envuelto en una fuerte controversia tras conocerse el elevado costo de las entradas para el torneo.

Diversas asociaciones de aficionados denunciaron el fuerte incremento en los precios, calificándolo como un golpe directo al hincha que sigue a su selección temporada tras temporada.

Football Supporters Europe (FSE) emitió un comunicado en el que expresó su sorpresa e indignación por lo que consideran tarifas “exorbitantes” impuestas por la FIFA.

Según la organización, si un aficionado acompaña a su selección desde el primer partido hasta la final mediante entradas asignadas a las Federaciones Nacionales, deberá pagar un mínimo de 5.800 euros, casi cinco veces más que en el Mundial de Qatar.

El malestar se agudizó al revelarse que las entradas de categoría más económica no estarán disponibles para los aficionados fieles a través de sus federaciones, ya que la FIFA decidió reservarlas exclusivamente para la venta general bajo un sistema de precios dinámicos. Esta decisión fue catalogada como una “traición monumental” por los grupos de aficionados.

Las críticas también apuntan a la introducción de precios variables en la fase de grupos, lo que implica que los hinchas pagarán montos distintos por la misma categoría de entrada según la selección involucrada, sin que exista claridad sobre los criterios utilizados.

Esto significa que aficionados de países como España o Inglaterra deberán gastar más que los de Suiza o Escocia por un partido equivalente.

Incluso medios internacionales, como la BBC, señalaron que asistir a la final en el MetLife Stadium costará entre 3.500 y 7.500 euros, convirtiendo el evento en un artículo de lujo lejos del alcance del aficionado promedio. Los precios son hasta siete veces más altos que los registrados en Qatar 2022.

Las asociaciones de hinchas de varios países consideran que estos valores representan “una bofetada en la cara” para los seguidores del fútbol e instaron a la FIFA a detener la venta actual, revisar los precios y replantear la distribución de categorías.

Mientras tanto, la FIFA abrió su sistema de sorteo aleatorio para la compra de boletos de esta tercera fase de ventas, que se extenderá hasta el 13 de enero.

Los precios iniciales también han generado críticas: 153 euros para España vs. Cabo Verde, 187 euros ante Arabia Saudí y 225 euros frente a Uruguay.